"No tenemos lucha contra carne y sangre, si no contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes. " Efesios 6:12

martes, 28 de abril de 2015

BUENOS AIRES

Intendente de Tandil impulsa decreto para prohibir 
bajo, batería, guitarra eléctrica y baile en bares y pub

Para que la gente pueda comer tranquila y los vecinos no ser molestados, el intendente Miguel Angel Lughi impulsa un decreto que no permite el uso de instrumentos electroacústicos (bajo y guitarra eléctrica), de percusión (batería, bombo, tambor, redoblante y platillos) y viento (saxofón, flautas y cornetas) en bares, restaurantes, pub y otros locales gastronómicos de la ciudad de Tandil.
La medida también dispone “un máximo de dos micrófonos conectados a un único amplificador, un uso máximo de dos instrumentos musicales, un límite de 3000 watts de potencia para el parlante” y la “obligación de poseer un limitador sonoro en las consolas”, de modo de regular los ruidos que produce la música.
Además exige “vidrios dobles” en puertas y ventanas, “estudios de insonorización previos realizado por un especialista en Seguridad e Higiene” y ordena “utilizar materiales aprobados por normas IRAM” y que las puertas y ventanas del local permanezcan cerradas mientras dure el número musical.
En el artículo cuarto aclara “no se autorizarán instrumentos de percusión, de viento y/o tubular, generadores de ruidos molestos, tales como baterías, saxofón, flautas, cornetas, guitarras eléctricas, bajos y/o similares”.
Posteriormente Lughi advierte que para habilitar este tipo de espectáculos deberá realizarse “un estudio de ruidos molestos al vecindario”, efectuado por un especialista en la materia, que también deberá acreditar una serie de requisitos profesionales.

Sin gritos ni saltos 
El artículo quinto “prohíbe totalmente la promoción y ejecución de actividades bailables, la generación de gritos y/o saltos de personas que puedan producir molestias al vecindario o poner en riesgo la seguridad psicofísica de las personas que se encuentren en el local”.
Más adelante, establece los horarios permitidos para “el ejercicio de la actividad” que serán: de domingo a jueves, hasta las 23:30 horas y las madrugadas de sábado y domingo hasta las 2 de la mañana.
Finalmente, se informa a los interesados que estas disposiciones deberán estar visadas, controladas y aprobadas por la Dirección de Inspección General y Habilitaciones del Municipio (que conduce actualmente Alejandra Marcieri) antes de obtenerse el permiso correspondiente y se consigna que el Poder Ejecutivo se reserva el derecho de “pedir que se amplíe, adecue y/o modifique cualquiera de los requisitos”.
Con este decreto Lughi trata de que la música se ejecute con instrumentos de cuerda, sea suave, no irrite a los comensales y tampoco afecte a los vecinos.

Insensibilidad
La agrupación de Músicos Independientes de Tandil en lugar de comprender la medida, el derecho de terceros, y reconocer que los comedores no son locales bailables, consideraron ridículos los requisitos, se niegan a tocar solo con dos micrófonos y caen en el absurdo de negar que la batería pueda generar ruidos molestos.

Publicado por diario La Voz de Tandil. Disponible en sitio web:

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