"No tenemos lucha contra carne y sangre, si no contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes. " Efesios 6:12

Alabanza

Nunca imaginé a comienzos de la década del 80, cuando comencé a asistir a la Iglesia Bautista que aquellos Himnos y coritos suaves que exaltaban al Señor Jesucristo con dulzura y alegría, preparaban el alma y templaban el espíritu para recibir el mensaje de la palabra de Dios, años más tarde iban a desaparecer y ser sustituidos por una alabanza violenta y agresiva, muchas veces hueca  (sin contenido ni mensaje), que duraría el doble, triple o cuádruplo, repitiendo cada letra no menos de 20 veces por culto. Y encima, tener que presenciar que los intérpretes de semejante desatino sean elogiados por los líderes espirituales como si fueran grandes músicos.
¿Qué nos pasó? ¿Dónde descarriló nuestro tren? ¿Quién lo cambió de vía?
Lo primero que debemos preguntarnos es para qué está la alabanza, qué sentido tiene y a quién debe rendir culto.
Para qué está la alabanza, para alabar ¿a quién? la biblia dice “Alabad a Jehová, porque el es bueno; porque para siempre es su misericordia”. (Salmos 107:1), porque sacia al alma menesterosa, y llena de bien el alma hambrienta”. (Salmos 107:8 y 9), “Porque quebrantó las puertas de bronce, y desmenuzó los cerrojos de hierro”. (Salmos 107:16), porque es grande y “digno de suprema alabanza” (Salmos 145:3), porque es justo (Salmo 7:17), “temible” (Salmos 99:3), “benigno”. (Salmos 135:3), y su gloria es sobre tierra y cielos” (Salmos 148:13), porque ninguno de nosotros tendría vida sino fuese por Él (Salmos 71:6) y tampoco podríamos ser salvos si no hubiera enviado a su hijo Cristo a morir en la cruz del calvario y derramar su sangre en propiciación por nuestros pecados. (1 Juan 4:9 y 10).
Muy bien, si el destinatario de la alabanza es Dios, debemos preguntarnos ¿Cómo quiere Dios que lo alabemos o cuáles son los instrumentos que le gusta que utilicemos para alabarlo y en qué tono?
En Salmos 92: 1 al 4 el Rey David afirma: “Bueno es alabarte, oh Jehová, y cantar salmos a tu nombre, oh Altísimo; anunciar por la mañana tu misericordia, y tu fidelidad cada noche, en el decacordio y en el salterio; En tono suave con el arpa.
Por cuanto me has alegrado, oh Jehová, con tus obras”.
Este pasaje es sumamente importante porque revela tres cosas: la alabanza es buena;  el tono debe ser suave y los instrumentos: decacordio, salterio y arpa y a los tres se los vincula con la alegría, lo que quiere decir que para expresar este estado del alma, no es necesario agregar ningún otro.
Tanto el decacordio, (arpa de diez cuerdas), como el salterio, parecido a una cítara (guitarra criolla) y el arpa, son instrumentos de cuerda, que como bien dice el salmista, son los más suaves y deben tocarse en ese tono.
Alguno podría decir, eso era lo que pensaba el Rey David, pero en ninguna parte dice que ese sea el gusto de Dios.
Examinemos el gusto de Dios o lo que dice de El, la escritura:
“Y cuando hubo tomado el libro, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos se postraron delante del Cordero; todos tenían arpas, y copas de oro llenas de incienso, que son las oraciones de los santos y cantaban un nuevo cántico, diciendo: digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos; porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre nos has redimido para Dios, de todo linaje y lengua y pueblo y nación; y nos has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes, y reinaremos sobre la tierra”. (Apocalipsis 5:8).
“Vi también como un mar de vidrio mezclado con fuego; y a los que habían alcanzado la victoria sobre la bestia y su imagen, y su marca y el número de su nombre, en pie sobre el mar de vidrio, con las arpas de Dios”. (Apocalipsis 15:2).
Esto quiere decir que los que se postrarán ante el Cordero (Jesucristo) “todos tendrán arpas” y los que alcancen victoria sobre la bestia, también y que las arpas son de Dios. Lo que implica que tanto a Jesucristo, como a su padre, les gusta que sus adoradores, utilicen el arpa y este instrumento adquiere, por lo tanto, un altísimo contenido espiritual. De lo contrario no se lo mencionaría o, en su lugar, se citaría otro instrumento.
Para reforzar esta idea, veamos lo que dice el libro de 1 Samuel:
“Diga, pués, nuestro señor a tus siervos que están delante de ti, que busquen a alguno que sepa tocar el arpa, para que cuando esté sobre ti el espíritu malo de parte de Dios, él toque con su mano, y tengas alivio”. 1 Samuel 16:16.
“Y cuando el espíritu malo de parte de Dios venía sobre Saúl, David tomaba el arpa y tocaba en su mano; y Saúl tenía alivio y estaba mejor, y el espíritu malo se apartaba de él”. 1 Samuel 16:23.
Esto quiere decir que el tono suave, en especial el del arpa es lo que ahuyenta los malos espíritus aunque estos viniesen de parte de Dios y es también lo que trae alivio.
¿Cómo es posible entonces que en iglesias evangélicas que dicen amar a Dios y se proponen reprender los malos espíritus, no se utilice el arpa? ¿Cómo es posible que se hayan abandonado los instrumentos de cuerda, que son los más suaves y hayan sido sustituidos por los electroacústicos y de percusión, que son los más fuertes, agresivos y violentos, a tal punto que producen alteraciones psicológicas? ¿Cómo es posible que cuando se los utilizan en el culto, algunos digan que sienten el poder de Dios, la presencia de su espíritu y ministran sanidad, cuando la biblia enseña que la alabanza que debe utilizarse para ese objetivo es la opuesta?
Sería bueno que algunos de los líderes espirituales que permiten todas estas cosas, lo mediten y expliquen, si pueden.
Si la explicación es porque queremos atraer a los jóvenes y a ellos no les gustan los instrumentos de cuerda, o les parecen muy aburridos, hay que volver al principio y preguntarles ¿Para qué está la alabanza? Es un gancho para atraer a los jóvenes o debe rendirle culto a Dios. Si la respuesta es debe rendirle culto a Dios, tiene que realizarse como él quiere y no como quieren los jóvenes o algunos de ellos, ya que no todos son amantes de los instrumentos electroacústicos y de percusión.
Otros dicen: “a los jóvenes no les permitimos tener relaciones sexuales fuera del matrimonio, fumar, drogarse, alcoholizarse y algún gusto hay que darles para que permanezcan en la Iglesia, si no, volverán al mundo.
A los que dicen tal cosa, debemos recordarles que cuando uno se convierte, la primer obra del espíritu santo es cambiar nuestro corazón en un nuevo corazón, y eso hace que se renueve el entendimiento y seamos regenerados, por lo tanto las adicciones, la vida carnal, los gustos y el egoísmo, ya no ejercen influencia sobre nosotros y lo único que ahora nos satisface es agradar a Dios y cumplir su voluntad. Como dice la escritura “y por todos murió, para que los que viven, ya no vivan para sí, sino para aquel que murió y resucitó por ellos. De manera que nosotros de aquí en adelante a nadie conocemos según la carne; y aun si a Cristo conocimos según la carne, ya no lo conocemos así. De modo que si algunos está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas”. 2 de Corintios 15 al 17.
Y en Filipenses 3:7 y 8 el apóstol Pablo explica “Pero cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado como pérdida por amor de Cristo. Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo”. Filipenses 3:7 y 8.
De manera que si no estimamos por basura nuestro egoísmo, o lo que traemos del mundo, nunca podremos ser regenerados del todo y conocer íntegramente al Señor. Por lo tanto, si en la vida vieja a algunos de nosotros nos gustaba una música que no es del agrado de Dios, ya sea por los instrumentos que se utilizan, el volumen, la molestia o perturbación que genera a algunas personas, etc, debemos dejarla de lado y ocuparnos de la que sí agrada y bendice el Señor y mucho más cuando se trata de la alabanza, que es algo sagrado.
Ahora bien, muchos podrán preguntarse ¿por qué llama fuerte, agresiva y violenta a la música que se ejecuta con instrumentos electroacústicos y de percusión y dice que produce alteraciones psicológicas?
Porque los instrumentos de percusión (batería, bombo, tambor, redoblante, platillos y timbales) producen golpes que de por sí son violentos y los electroacústicos (bajo y la guitarra eléctrica) vibraciones sumamente irritantes (mucho más si se utilizan amplificadores), que pueden ocasionar estrés, estados crónicos de nerviosismo, indignación, taquicardia y dolor de cabeza[1]. Además, ambos son muy difíciles de acustizar, ya que atraviesan paredes, puertas y ventanas y no generan acostumbramiento, pudiendo recorrer una distancia de 1 a 10 kilómetros.
Con respecto a las alteraciones psicológicas, las hay de dos tipos: a las personas que no les gusta “la sensación de molestia puede volverse una tortura, no tanto física, porque casi no deja secuelas, sino psicológica”[2].
El antropólogo Humberto Miceli lo explicó muy bien en una conferencia magistral que fue difundida por diario Época de la ciudad de Corrientes, titulada “El impacto de la tecnología y la falta de educación musical”[3].
“El desarrollo de la tecnología agravó la situación. El sonido de la guitarra eléctrica, la batería y particularmente el golpe del bajo, rompen la armonía musical y producen incomodidad y malestar, que luego genera agresividad y ésta a su vez produce una alteración cardíaca con consecuencias inmediatas y mediatas”, reseñó Miceli.
A grandes intensidades tienen la capacidad de desestructurar el pensamiento lógico por eso se los utiliza en los interrogatorios ilegales como forma de tortura. Ejemplo: Guantánamo[4].

Adicción
Si bien es cierto que no crea acostumbramiento a quienes la padecen, la baja frecuencia tiene la particularidad de provocar el efecto contrario a quienes le satisface.
¿Cómo se logra?
Las bajas frecuencias desencadenan resonancias en el tórax[5] y el estómago que inducen sensaciones que pueden volverse adictivas. También ocasionan algo de vértigo por afectación directa del laberinto. Es una sensación que, una vez superado el rechazo natural, provoca un atractivo en muchas personas ya que dispara la secreción de adrenalina, dopaminas[6] y otras hormonas que producen éxtasis y euforia, disminuyen las inhibiciones morales y causan un efecto semejante al de un alucinógeno.
En muchas de las personas en las que predomina el componente emocional sobre el racional, las bajas frecuencias producen la pérdida del autocontrol y dominio propio. Por eso los géneros musicales que hacen uso y abuso de la baja frecuencia son los preferidos de los locales bailables, recepciones, salones de fiesta, actos políticos, algunas iglesias, etc. Una vez que una persona pierde el control de sí misma por causa de este tipo de sonido grave, se entrega y está a merced de quien lo emite para consumir lo que este le proponga; alcohol, estupefacientes, consignas políticas o cualquier otro tipo de mensajes. Es un mecanismo bastante sofisticado de manipulación que facilita el control social.
¿Es lícito utilizar este tipo de instrumentos para atraer personas al culto? ¿El Señor Jesucristo lo hacía? ¿No se dan cuenta algunos líderes que muchos hermanos no pueden participar de la alabanza porque no toleran el volumen ni el tipo de música que se les impone?¿Qué Dios no murió exclusivamente por los adictos a los instrumentos electroacústicos y de percusión sino por todos? ¿Qué el testimonio público ha quedado afectado ya que con semejante nivel de agresión se perturba y molesta a los vecinos? ¿Qué obligar a los demás a escuchar lo que no desean genera rechazo en lugar de interés? ¿Qué por esta causa  muchos nunca vendrán a la Iglesia y sus almas se perderán? ¿Creemos que aprobará esto el Señor a quién decimos servir?
Reflexionemos hermanos.


[2] LA CONQUISTA DEL SILENCIO. “Federico Miyara revela los secretos de las bajas frecuencias. http://www.laconquistadelsilencio.com/sitio/noticia/56/Federico-Miyara-revela-los-secretos-de-las-bajas-frecuencias.htm
[3] DIARIO EPOCA. Edición del 30 de agosto de 2011..”El impacto de la tecnología y la falta de educación musical”. http://diarioepoca.com/274176/El-impacto-de-la-tecnologia-y-la-falta-de-educacion-musical/
[4] BELLO, Jorge. 2009. “Cuando se utiliza la música como una forma de tortura”. http://bello.cat/uno043.pdf
[5] MIYARA, Federico. 2007. “Ruido, Juventud y Derechos Humanos”. http://www.fceia.unr.edu.ar/acustica/biblio/juventud.pdf
[6] LA CONQUISTA DEL SILENCIO. Op.cit.

4 comentarios:

  1. SALI CASI LOCO DE LA REUNION EN CASA DEDIOS......CENTENARIO 4OOO+O-...EL VOLUMEN ES PEOR QUE UN BOLICHE BAILABLE PARA CONDICIONAR PSICOLOGICAMNTE A LA GENTE...PRESIONARLA EN UN ESTADO MENTALDE LIMBO.......SIN SABER QUE SE DICE...ESO ES ESPIRITU SANTO??????

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  2. El ruido no te deja pensar ni conectarte cm Dios...

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  3. Gracias estimado Jorge por compartir tus investigaciones y conocimientos sobre la música, son muy profundos y edificantes, ¡Cuánto necesitamos conocer y difundir estos conceptos! Porque hay mucha desinformación de los tremendos daños que produce la mala música, en lo físico, mental y espiritual. Quiero aportar también a tu destacada página, una investigación de sobre la buena y mala música desde un punto de vista bíblico, y que puede agregar más de luz sobre este tema. Gracias por permitirme compartirlo. Bendiciones de lo Alto. Pastor José Maidana - Asunción, Paraguay.
    Artículo "MÚSICA BUENA Y MALA"
    https://www.facebook.com/IglesiaBiblicaDeAsuncion/posts/1390534061063359

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  4. Gracias José, excelente tu artículo. Lo voy a publicar en este blog.

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